domingo, 24 de octubre de 2010

Y la noche terrible le pareció tan irreal como un sueño


“Deseaba aferrarse a los bordes de aquel tiempo que se desvanecía y rezar para que volviera y le devolviera lo que tan poco había apreciado mientras aún lo tenía. ¡Qué espectáculo tan vano le parecía la vida! ¡Qué insustancial, titilante y fugaz! Era como si en un campanario etéreo, por encima de la agitación y el estruendo de la tierra, hubiera una campana que anunciara continuamente: “¡Todo son sombras! ¡Todo es pasajero! ¡Todo ha pasado!”. Y cuando alboreó el día y llegó la mañana fría y gris como tantas mañanas anteriores más felices, Margaret miró uno tras otro a los durmientes, y la noche terrible le pareció tan irreal como un sueño. También era una sombra. También había pasado”.
Household words / E. A. (2010)

En Norte y Sur, la novela que publicó por entregas a partir de septiembre de 1854 en la revista de Dickens, Elizabeth Gaskell cuenta una historia de dramas humanos en la conflictiva sociedad de la industrialización de mediados del XIX. Margaret Hale, una refinada terrateniente que vive una vida plácida en el sur de Inglaterra, se muda a una sucia ciudad fabril del norte, donde conoce a un industrial, John Thornton. Ella es sensible, delicada y aristocrática, pero no tiene un duro. Él es un comerciante sin cultura, práctico, frío, implacable, y rico. Su encuentro se producirá en un momento de gran conflictividad social en la ciudad provocada por la convocatoria de una huelga, y verán cómo las circunstancias sociales ponen a prueba sus valores. La dificultades que encuentra su relación se producen por el desafío que las convenciones sociales plantean a su sentido del deber sin el cual piensan que la vida no puede considerarse honorable y por lo tanto merecedora de ser vivida. La presión a la que se ven sometidos es tan fuerte y el conflicto económico y social que amenaza con arrasar la ciudad les alcanza con tal virulencia que el amor que nace entre ambos se fortalecerá o se destruirá a base de malentendidos, largos silencios, miradas interrumpidas y actos de fe.

La historia de amor es sólo una más entre otras que componen la trama. Hay aquí una compleja historia sobre vidas humanas en su momento de plenitud. Lo que se pone en juego es lo que uno hace con su vida o lo que la vida hace con uno: el paso del tiempo, la amenaza del fracaso, los sacrificios, el amor entre padres e hijos, el arrepentimiento por los errores cometidos, la pérdida de seres queridos, el sentido de la dignidad, y también las relaciones laborales o la ética en los negocios, sin olvidar toda una visión sobre la huelga general que podría haberse escrito hoy.

Los dos protagonistas son colocados en situaciones extremas que ponen a prueba su sentido de la vida.
Ella:
“Estoy tan cansada, tan cansada de todas estas fases vertiginosas de mi vida en la que nada permanece a mi lado, ninguna criatura, ningún lugar, es como el círculo en que las víctimas de la pasión terrenal giran continuamente”.
Él:
“Ver que ya no eres joven, pero has de volver al punto de partida que requiere la alentadora energía de la juventud, y sientes que se te ha pasado la mitad de la vida y que no has hecho nada, que no queda nada de la oportunidad desaprovechada más que el amargo recuerdo de lo que ha sido”.
Actúan, se equivocan, intentan ser justos, hacen daño a quienes aman, se arrepienten, derraman “ardientes lágrimas de orgullo herido”, se caen, se levantan aferrados a sus valores: él, con noble serenidad, dignidad innata y fortaleza varonil; ella, valiente y noble, sin miedo y sin tacha. ¿Encontrarán una forma de superar su desamparo, vencerán su desaliento, llenarán el vacío que sienten en sus vidas, hallarán reposo sus insatisfechos corazones?
“Los sonidos de la vida eran más musicales allí que en ningún otro lugar del mundo, la luz era de un dorado más intenso, la vida más plácida y más llena de gozo ensoñador… y luego de pronto descubro que la realidad es mucho más bella de lo que imaginaba”.

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Elizabeth Gaskell, de cuyo nacimiento se cumplen este año dos siglos, se casó a los 22 años con un pastor de la Iglesia Unitaria. Tuvo una vida feliz con su marido y sus cuatro hijas. Siguiendo el consejo de su marido, empezó a escribir como terapia para superar la muerte de un hijo. Fue amiga de Dickens, Ruskin y Harriet Beecher Stowe. Además de sus novelas, en su obra destaca también la biografía que escribió sobre Charlotte Brontë, la autora de Jane Eyre. Cuando a sus novelas se las califica de ‘victorianas’ no debe entenderse que funcionan como soporte ideológico de la sociedad calificada así en el siglo XIX inglés y entre cuyas características destaca el puritanismo, la hipocresía social, los convencionalismos, la desigualdad de clases y la defensa de los privilegios. Al contrario, ella fue una incansable activista a favor de la búsqueda de unas mejores condiciones laborales para los obreros y una defensora de la reconciliación entre las clases, además de ser muy crítica con el marginal papel de la mujer en la sociedad victoriana.
***
El semanario que Dickens dirigió en los años 50 del siglo XIX
 “Las palomas revoloteaban sobre los pintorescos tejados posándose despacio aquí y allá y erizando las plumas brillantes y suaves como si expusieran todas las fibras al delicioso calor…”

8 comentarios:

  1. "Familiar in their mouths as household words"... La cita de Shakespeare que encabeza el semanario de Dickens podría ser también el pie para tu foto de nubes despejadas (o despejándose). Y esa habitación debería existir siempre en algún rincón de días como éste.

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  2. Yo también he pensado en Shakespeare... y en su fierecilla. Ya sé que todos los caminos conducen a los clásicos, pero es que además no me parece lo mejor de Shakespeare ni mucho menos. En fin, de momento no me has fallado recomendando libros, así que me lo apunto, pero no sé yo... Prefiero los hombres con menos fortaleza varonil y las mujeres con algún tachón que otro, pero igual me gusta y todo.

    La foto es triste y los cielos despejados... ¿eso qué es? :-)

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  3. Eso está hecho, Miguel. Recuerda que los titulares se te daban mucho mejor a ti que a mí. (Nunca dejes de darme titulares, que si no se hacen en voz alta no valen para nada). Tienes razón, aunque parezca silenciosa esa habitación está llena de palabras. Las palabras del hogar, si eso es lo que significa la cita. No es triste, Francesca, si hicieras una nube con un inventario de las palabras que se pronunciaron allí (incluido algún tachón) desearíamos que el cielo nunca se despejara. Sin embargo, ahora, como dice la cita del libro, la habitación se va desvaneciendo y solo queda de ella los bordes de un tiempo pasado.

    Feliz de que estéis aquí reunidos.

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  4. "Norte y Sur" ha sido uno de los libros que más me ha gustado en los últimos meses, o años. Tiene de todo, contiene la vida misma en su estado más puro. No es una novela romántica o victoriana al uso, es mucho más que eso. Es la contradicción entre pobreza y riqueza- cuyos límites se desdibujan-, entre amor y odio, entre tradición y modernidad... Y está de plena actualidad por sus pasajes sobre el mundo obrero y la huelga, por sus valores sociales, que se nos olvidan con el día a día, pero que hay que volver a replantearse.
    No te conozco, Francesa, pero creo que te gustará.

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  5. La novela está narrada en tercera persona, el narrador apenas interviene con fragmentos explicativos, y sin embargo su sensibilidad y su visión de la vida está tan presente en toda la novela, en cada matiz que observa de los personajes, en cada observación de las cosas o de los cambios del paisaje, que eso es lo que a mí más me ha gustado de la novela. Como tú dices, Maribel, la vida en su estado más puro. Y acercarnos a ella es el mérito de esta novela. Yo también creo que a Francesca le gustará. Porque ni él consigue ser todo el tiempo fuerte y varonil, ni ella podrá quedar libre de mancha.

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  6. Bueno pues ¡ya estoy leyendo el libro! Pinta estupendamente, estoy solamente en el capítulo 6 y ya me gusta Margaret, (a él todavía no me lo han presentado). Mañana viajo en tren a Lérida, espero no pasarme de parada y acabar en Madrid por culpa vuestra... ¡Sois unos liantes!

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  7. Con todo lo que ha sufrido la pobre conmigo, ahora tú te pones a revivirla. Y encima en un tren, no sé si ella se atreverá a subirse. Dale recuerdos a Margaret y nos cuentas cómo le va. Feliz lectura.

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