domingo, 27 de marzo de 2011

Corazones amables


El Alegretto del Teatre Mòbil


Yo también creo que el mundo está lleno de corazones amables. Ayer estuve en el teatro. Actuaba el grupo Teatre Mòbil, con la función 'Alegretto, homenaje al maestro Mayolas'. El teatro estaba lleno de niños que saltaban de la silla de tanto reírse. (Esto es lo bueno de tener niños, que ves cosas maravillosas que no verías si no los tuvieras). Pensé que a una niña que estaba en la fila de delante le iba a dar algo. A mí se me caían las lágrimas de risa.
Y a mitad de la función se me ocurrió pensar en esos locos que estaban sobre el escenario. Eran tres, una mezcla de los hermanos Marx y los payasos de la tele, disparatados, geniales. Y yo pensaba: se dedican a esto, a hacer payasadas para que la gente se ría, en eso consiste su trabajo. Y los imaginaba en un día de ensayo, buscando ideas para que los números resulten más graciosos, preparando juegos de palabras, caídas tontas, golpes sorprendentes, repitiendo una y otra vez los malabares con los sombreros…
Y en esos días, cuando uno no tiene ganas de nada, ¿cómo lo harán? ¿discutirán? ¿Se tirarán las cosas a la cabeza? ¿En esos días malos seguirán dándose ‘bofetadas de pega’ y haciendo tonterías aunque no tengan ganas, como cuando uno va a la oficina un día con fiebre? Y en una tarde de esas plomizas que parece que tenemos el corazón envuelto en bruma, ¿cómo lo hacen? ¿De dónde sacan esa sonrisa para pisar el escenario?
Y así van de ciudad en ciudad, buscando gente a la que arrancar risas, y de paso palmas e incluso besos, como ayer en el teatro de Pupaclown. Uno sale de allí como con el pecho ensanchado, y no sabe muy bien qué hacer con ese nuevo corazón revitalizado, pero, bueno, ya se verá.  De momento nos sentimos bien, a gusto en el mundo, sintiendo que después de todo la vida puede ser también suave y dulce.
Y todo gracias a esos payasos del teatro. Gente así es importante.
El Centro Escénico de Pupaclown fue el mejor lugar para empezar la primavera.

3 comentarios:

  1. Pues yo creo que, esos días en los que la vida los castiga y no tienen ganas ni de verse, deben echar mano de la generosidad que necesariamente han de acumular, para dedicarse a algo tan bonito como hacer sonreír a otro.

    He visto el enlace del Centro Escénico Pupaclown. Payasos de hospital, otros que tampoco andan faltos de generosidad... como tú, regalándonos este precioso post y dejándonos compartir un poco de esas lágrimas de risa tuyas, casi viendo con nuestros propios ojos los malabares, las caídas tontas y las bofetadas de pega... gracias por eso y por traer un poco de mi espacio al tuyo, es un honor estar aquí.

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  2. Lo que más admiro de ellos es lo que 'hacen' para vivir. En un mundo en el que, como decía Chandler, parece que todos vivimos acorralados por un sistema que nos empuja a ignorar o despreciar o destruir lo mejor de la vida, mientras dedicamos la mayor parte del tiempo a cosas insignificantes o estúpidas. Todos entramos en ese mundo como si no hubiera alternativa y hacemos cosas que disminuyen la vida. Ellos, sin embargo, nos recuerdan lo bueno, a lo que deberíamos prestar atención. Tú también sabes bastante de eso, Francesca, así que gracias por pasarte por aquí.

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  3. javier saa daparte14 de abril de 2011, 15:20

    Comparto tu opinión Enrique respecto al sistema .Este blog es un ejemplo de sensibilidad, generosidad y profundidad en un tiempo que obvia el detalle, el tiempo y buenos propósitos.Atender es importante, pero más importante entender, y prueba de ello , las reflexiones de estos escritos.Las fotografías son muy bonitas, los libros que recomiendas interesantes. por eso me gustaria que me guiases en las lecturas, para atinar mejor en las escritura y ampliar ideas.

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