viernes, 31 de diciembre de 2010

Y las estrellas cercanas y brillantes


Las estrellas brillaban (E.A./2010)


“-Subamos a la azotea, Neeley –invitó Francie impulsivamente-, para ver el aspecto que tiene el mundo entero cuando comienza un año.
-Sí, vamos.
-Primero poneos los zapatos y los abrigos –les ordenó su madre.
Subieron por la escalera de madera. Neeley abrió la puerta y salieron a la azotea.
Era una noche helada pero límpida. No corría viento y el aire estaba frío y sereno. Las estrellas brillaban intensamente y parecían haberse acercado a la tierra. Había tantas que su luz daba al cielo un tinte azul cobalto. No había luna, y eran las estrellas las que iluminaban la noche.
Puesta de puntillas y con los brazos extendidos, Francie exclamó:
-¡Oh, quisiera abrazar y retener todo esto! Quisiera retener la noche como es: fría y sin viento. Y las estrellas, así cercanas y brillantes. Quisiera abrazarlo todo con fuerza hasta que todo eso me implorase que lo soltara.
-No te acerques tanto al borde, Francie –dijo Neeley-, podrías caerte.”


Un árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos...