jueves, 8 de diciembre de 2011

Amor robado al silencio

Un pensamiento (E.A. / 2011)

El cielo está muy azul, todavía fresco y cristalino en medio del atardecer, y, pulverizadas sobre él, nubes quemadas por el sol parecen trazar palabras ardientes, que no somos capaces de entender.

Duele pensar lo importante que es el silencio en el acontecer de nuestras vidas. ¡Cuánto depende nuestro destino de esas palabras indescifrables del cielo! Somos como versos escritos en la pared, a la espera de alguien que entre en la habitación, corra la cortina, nos descubra y nos lea.

Una buena amiga mía siempre me aconseja que le diga a mis hijas que las quiero, que no me canse de recordárselo. “Díselo muchas veces, que tu corazón sea su lugar seguro”. El otro día me acordé y se lo dije a una de ellas, y me sorprendió su mirada reconfortada. Con qué transparencia mostraba cómo esas palabras tan repetidas tienen el poder de sonar siempre como la primera vez. ¿Será eso lo que nos dice ese cielo pulverizado de nubes? ¿Será ese el preciado botín del silencio?

Todo el mundo sabe lo que cuesta hacerse con ese botín. Los caminos para llegar a él son tan etéreos y sus señales tan extrañas que a menudo pasamos de largo. En la maravillosa película 'Vidas Contadas', un personaje dice: “La vida solo tiene sentido cuando se mira hacia el pasado, es una lástima que solo se pueda vivir hacia delante y no hacia atrás”. Seguro que algo parecido pensó Ellen Marchmill, una mujer que se enamoró de un poeta a través de sus huellas: unas palabras garabateadas en el papel de la pared, un impermeable colgado en el ropero, sus libros, una fotografía oculta detrás de otra en un marco sobre la chimenea… Su melancólica historia la cuenta Thomas Hardy en ‘Una mujer soñadora’. Ella es amiga del silencio y permanece atenta a los pensamientos del espíritu que viajan a través de la noche. Ella ve las señales, pero hasta la más nítida se transforma incesantemente como las nubes en el cielo.

4 comentarios:

  1. Las nubes en el cielo, como el amor, es efímero. No perdura, se evapora en un ciclo vital, necesitamos de esas huellas para recordarlo. Te quiero es volver a llenar el cielo de nubes. Te quiero NO es el silencio. Aunque tu y yo sabemos muy bien lo que es el amor en silencio o lo que a mí me gusta llamar el Amor Silencioso.

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  2. ¿Has visto ‘Vidas Contadas’? Cuenta fragmentos de la vida de varios personajes, algún momento decisivo que marca sus destinos. Al ser vividos, los sucesos se perciben como fortuitos. Pero al ser contados se busca en ellos algo deliberado, como si necesitáramos ver señales en el azar. Me gusta eso que dices: Te quiero es volver a llenar el cielo de nubes. Pero reconoce que vivimos entre el silencio y las palabras, entre las vidas vividas y las vidas contadas. ¿Y cuántas veces las vidas se quedan sin contar? ¿Cuántas cosas se quedan sin decir? ¿Cuántas cosas no vemos porque no prestamos atención?

    Gracias, Domingo, por encontrar este lugar y quedarte un rato.

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  3. ¿Cuántas cosas no vemos porque no prestamos atención? .... ¿Cuánto perdemos por no decir te quiero?¿Cuánto pierden a los que se lo deberíamos decir? ....

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  4. Es verdad, Juana. ¡Cuánto pesa el silencio! y qué importantes son las pequeñas cosas en nuestro destino: tanto lo que decimos como lo que callamos.

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