sábado, 12 de mayo de 2012

Recuerdos contados

Ronda (EA / 2012)


“Nos acostumbramos a enterarnos del significado de todo lo que vivimos –incluso los placeres más profundos- por otros”. Con estas palabras, se refiere Orhan Pamuk a las historias de la infancia que nos cuentan nuestros padres, a nuestros primeros recuerdos que son en realidad recuerdos de otros, pero que hacemos nuestros porque alguien nos los contó. 

Contar recuerdos es un acto de amor y reconocimiento, puesto que solo rescatamos del silencio o del olvido aquello que nos parece digno de incorporar a la experiencia de otra persona para que le haga algún bien. Por eso las primeras historias que escuchamos son también una oportunidad de adentrarnos por el camino del bien y de lo bueno. Como los cuentos de hadas, los recuerdos contados van construyendo las segundas vidas que vivimos, repitiendo las vidas de otros.

6 comentarios:

  1. Hay que contar lo bueno y lo no tan bueno, deberíamos contar los secretos de "familia" a nuestra propia familia, contar las historias del pasado de nuestra estirpe, de nuestro país, de nuestro continente, intuyo, y reconozco que es simplemente una creencia, que cuanto más sepamos del "árbol" al que pertenecemos mejor para todos ....

    Por eso sois tan importantes los "contadores de las historias que suceden", es decir los periodistas .... a pesar de todo lo que está sucediendo en estos momentos, sois imprescindibles.

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  2. ¡Bonita foto! y sumamente ilustrativa. Retales que asemejan recuerdos que conforman un todo armónico. Cosidos entre sí a base de memoria o de imaginación, tanto da.
    Ese tipo de telas que retratas siempre tienen hilos sueltos de los que tirar (y en los que sujetarse). A veces esos hilos son de oro.
    Enhorabuena Enrique ¡buen post!

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  3. Como todo lo que escribes ¡magnífico! no sabes cuanto envidio el saber expresar por escrito los pensamientos, las sensaciones y en general todo lo que queremos decir; tú tienes ese don. Nunca había visto en los relatos un acto de amor del modo que tú lo planteas; me parece un punto de vista precioso.
    Gracias

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  4. "-Lo que me gustaría darte más que nada es lo que hay dentro. Las historias, recuerdos y sueños que mantienen vivo el mundo -me estrujó el brazo.
    Toqué las fotografías, el árbol fosilizado, el puño de la camisa, sentí cómo quemaban con la vida del abuelo y con esas historias, memorias y sueños.
    -¿Estás bien?- Susurró.
    - Sí -lo rodeé con mis brazos, lo abracé como nos habíamos abrazado mutuamente en los túneles más oscuros de nuestros sueños-. Gracias, abuelo. Suspiró.
    -Un día -susurró- ya no estaré aquí. Lo sabes, Kit. Pero seguiré viviendo en tu interior y en el interior de tus propios hijos y nietos. Tú y yo seguiremos siempre juntos, y los que se hayan ido y
    los que aún estan por llegar.
    Y la luz se intensificó a nuestro alrededor, trayendo el último día de Navidad del abuelo."

    Del libro "Las raices de Kit" de David Almond de la colección barco de vapor

    Hace mucho que lei este libro, me lo ha recordado tu entrada ....

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  5. Precioso post! Que bien que Francesca lo hubiera enlazado. Y bonito también el fragmento que aporta Juana.

    "los recuerdos contados van construyendo las segundas vidas que vivimos, repitiendo las vidas de otros"

    ¡Que triste sería renunciar a esas otras vidas!

    Saludos!

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  6. Gracias por completar el post, que se me había quedado un poco a medio hacer. Gracias por tirar del hilo, como dice Francesca. Anoche estaba leyendo y me acordé de algunas de las cosas que habéis dicho. Y pensé que os gustaría esta novela que el otro día descubrí a la vieja usanza. Estaba curioseando en una librería, no buscaba nada especial, y en la zona de bolsillo un libro salió a mi encuentro, se lanzó a mis manos. Se titula Calle Katalin, y su autora es Magda Szabó. No sabía nada de ella. Leí una página al azar y me lo quedé. Ha sido un acierto. Estoy seguro de que os gustará... no solo eso, os maravillará, como a mí. Y además trata de todo eso sobre lo que estábamos escribiendo: el tiempo, los recuerdos y cómo están entrelazados en nuestra vida y en los recuerdos de otros.

    "El espacio se había resquebrajado en escenarios, el tiempo en fechas, los hechos en episodios, y los vecinos de la calle Katalin acabaron comprendiendo que, de todo lo que constituía sus vidas, en realidad solo importaban unos pocos escenarios, fechas y episodios; lo demás solo servía para llenar los poros de la fragilidad de la existencia, al igual que las virutas de madera, de un baúl preparado para un largo viaje y que solo están para impedir que el contenido se rompa".

    Además está escrito con esa misma idea del tiempo y de la vida, de modo que vas leyendo hacia delante, pero también volviendo atrás para redescubrir el significado del pasado a partir del futuro.

    Es uno de esos libros que cuando lo estás leyendo desearías que tu mujer o tu amigo lo estuvieran leyendo también, o lo hagan pronto.

    Eso pensé anoche, que esa novela os está esperando.

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