domingo, 7 de agosto de 2011

El faro en la casa de verano

Faro (E.A. / 2011)
Sabía que el faro estaba allí, unos metros tierra adentro, asomado entre naranjos y palmeras. Pero nunca lo miraba ni pensaba en él. Nunca se le ocurrió acercarse y tocar lo que hubiera en la base. Por las noches, cuando dejaba la ventana de su habitación abierta de par en par, la luz del faro iluminaba las paredes y el techo con acompasada indiferencia. Era solo un instante que no había forma de retener, pero que siempre volvía. Y volvía con tanta mecánica puntualidad que su oscuridad no duraba más que un pestañeo. Dejaba un destello plateado en la pared y desaparecía, sin que diera tiempo a escudriñar el aire de la noche.

Se preguntaba por qué esa luz intermitente, tan poderosa que orientaba a los barcos lejanos, llegaba sin embargo a su habitación tan débil como un rayo de luna. ¿Qué mensaje escribía en las paredes con la fugacidad de una palabra en la arena? ¿O sería solo una muda caricia en las solitarias noches del verano? El mundo, más allá de la ventana, parecía tan inquietante. La vida, un río tembloroso. Y se dormía, pensando que esa luz entraba en su cuerpo al ritmo de su respiración, y que su silenciosa claridad le guiaría siempre al entrar en contacto con las cosas bellas de la vida. Una ráfaga de luz por cada instante de su vida.

Abandonó aquella habitación y las sombras siguieron apagándose y encendiéndose sin parar.

“Nosotros partimos y la belleza permanece. Nosotros miramos hacia el futuro y la belleza vive en un eterno presente” – J. Brodsky.

4 comentarios:

  1. Hola papá, soy Gracia, muy bonita la foto.
    El texto, no me lo he leído, pero muy bien también. Adiós

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  2. Preciosa entrada, Enrique, pero no estoy de acuerdo con Brodsky. La belleza, como la luz de ese faro, entra en nosotros y se queda, acompañándonos (y consolándonos) allá donde estemos... que no es el futuro, sino ese cúmulo de presentes a los que nos ha dado por llamar pasado.
    La foto deja intuir un verano feliz. Me alegro de que tengas ganas y tiempo de escribir(nos) aquí.

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  3. Así me gusta veros, tan optimistas los dos. La belleza vive en un eterno presente,y siempre podremos verla. Creo que sí estarás de acuerdo con Brodsky. Nosotros vamos dejando veranos atrás, pero la luz del faro siempre es la misma, y estará ahí, para nosotros. También en este verano muy feliz... espero que el tuyo también lo sea (el de Gracia ya sé que lo es).

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  4. Dice Sesha (una de las personas más sabias que conozco) que las cosas son bellas solo por existir ....

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